Aunque nunca me ha gustado mucho la época navideña, porque me pongo muy nostálgica y hay días en los que estoy tristona sin motivo... intento llevarlas de la mejor manera posible. Me están llegando buenas noticias de la gente que quiero para el próximo año que ya casi está aquí. Y espero que a mí me tenga algo preparado también.
Trato de ver las cosas de manera positiva y pensar que el nuevo año me va a traer cosas aún mejores.
Desde aquí os deseo a todos los que pasáis por aquí de vez en cuando, unas felices fiestas y que todo los deseos que tenéis para el año nuevo se os cumplan.
Creo que las últimas entradas de este blog han tenido que ver con lo rápido que se me está pasando el tiempo. Pero es verdad...
Bueno, depende del día de la semana en el que me lo preguntes, pero a veces miro atrás y pienso que, o no soy consciente de que pasan los días, meses y años sin darme cuenta, o me estoy haciendo mayor sin quererlo.
Parece que fue ayer cuando recibía a mis pupilos en el mes de septiembre, con la alegría que me dio volver al mismo cole, a mi colegio de toda la vida, ese al que le tengo un cariño especial y del que me va a costar mucho desarraigarme. Al que me he acostumbrado, a pesar de los quebraderos de cabeza que me da en ocasiones. Y los que me quedan, gracias a la nueva forma de trabajar de la Inspección Educativa y a la dichosa LOMCE.
Parece que fue ayer cuando me dieron mi primer destino definitivo. Y me veo rellenando códigos de nuevo para poder acercarme más. Y eso que tuve la gran suerte de no tener que incorporarme.
Parece que fue ayer cuando estaba con mis amigas en el instituto, pensando en qué nos pondríamos el sábado para salir. Y ya hay algunas que son madres, con sus vidas, trabajos y distintos caminos que han ido encontrando en la vida.
Y también parece que fue ayer cuando me apunté al gimnasio y ya llevo casi 5 meses. Creo que es una de las mejores cosas que he hecho en mi vida. Me viene muy bien, tanto física, como psicológicamente. Gracias a su gente, al ambiente que hay allí y a lo bien que me siento cada vez que voy, me encuentro mucho más animada. Depende del día sí, pero no lo cambio por nada. Es una buena terapia.
Gracias a algunas de sus clases y, sobre todo, a los momentos de relajación, he descubierto preciosas canciones como ésta que os regalo ahora.
Parece que fue ayer... y ya mismo estamos en Navidad...
