Pues ya se ha pasado el primer mes de vacaciones y agosto ha llegado dando una pequeña tregua al calor.
¡Qué mes más largo en cuanto a temperaturas se refiere! No recuerdo un verano así, aunque suene a tópico, desde hace mucho tiempo.
Noches sin dormir, levantándome a deshoras para beber agua o intentar refrescarme. Yo, que solía dormir como un lirón. O me estoy haciendo vieja, que también, o es que ha hecho demasiada calor para poder soportarla.
Y aparte del tiempo atmosférico, también me doy cuenta de lo rápido que pasa el tiempo cronológico. Parece que fue ayer cuando empecé con esto y ya hace más de 7 años que llevo por estos lares. Todo comenzó con una tarde de aburrimiento y hoy, precisamente, no sé si por hastío también o porque necesitaba descargar un poco mis pensamientos, aquí estoy.
En todo este tiempo me han pasado muchas cosas. He vivido grandes experiencias que me han enriquecido y me han enseñado muchísimo. Cuando miro atrás, no me arrepiento de nada, aunque sí quizás debería haber vivido todo eso más intensamente de lo que lo hice.
Definitivamente, creo que me hago mayor. Y no son los 25 de esa tarde en la que decidí escribir en un blog, igual que los 32 de hoy. Son otros momentos, otras metas, otros retos... No soy igual, soy distinta.
Mientras tanto, aquí os dejo con una canción que ilustra perfectamente cómo me siento.
Feliz mes de agosto a todos los que aún seguís pasando por este rincón. Y gracias por seguir haciéndolo.
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